martes, 12 de junio de 2012


La historia de la Ribera del Duero, una denominación joven, no puede entenderse sin la enorme contribución de los vinos de Vega Sicilia, un clásico de la enología mundial, y de Alejandro Fernández, un auténtico revolucionario en el sector.En el siglo XVI, los vinos que se elaboraban en Valladolid y Burgos eran tintos oscuros, pero no tenían, al parecer, la raza que hoy caracteriza a sus sucesores.En sus viñedos se aclimataron cepas internacionales, como la cabernet sauvignon, lamerlot y la malbec.







No hay comentarios:

Publicar un comentario